El gran descubrimiento de Montessori no fue su método, sino el mundo interior del niño. Que el niño tenga la energía necesaria para florecer, que sus desarrollos sólo puedan ser hechos por él mismo, hace que el adulto se tenga que replantear su papel, hacen que los conocimientos transmitidos por Montessori, vayan más allá de un método, que sean una filosofía de vida, una nueva manera de ver el mundo. No se trata sólo de preparar a los pequeños para la vida, se trata de que VIVAN, pues sólo así podrán desarrollarse.
Así que hemos reinventado nuestros espacios para que encuentren en ellos lo que los adultos y la sociedad nos negamos a darles: un mundo diseñado para ellos, para que puedan construir al hombre del futuro.
«El trabajo del niño es crear al hombre que llegará a ser»
Nuestro proyecto educativo
El proyecto educativo se construye en torno a tres pilares fundamentales: la afección, la sorpresa y la realidad. Y nuestros grandes maestros y referencias para respetar los ritmos de aprendizaje de los niños y sus derechos como habitantes del mundo serán, Maria Montessori, Catherine El Ecuyer y los proyectos de plástica y arte de las escuelas de Reggio Emilia.
En nuestra casa de los niños los ambientes preparados, la libertad de movimientos, la atención de las necesidades básicas, el aprendizaje de actividades de la vida práctica, el contacto con la realidad y la naturaleza y el papel de nuestras maestras, son las claves que contribuirán a conseguir nuestro objetivo.
No podíamos devolver la confianza depositada por tantas familias durante estos 15 años de otro modo: con el compromiso de garantizar cada cambio basándonos en estudios y teorías contrastadas, rodeando a los niños lo mejor y lo más bello y entendiendo que sin la equipo y los ratios adecuadas no se puede implantar correctamente ninguna metodología.
Bienvenidos al nuevo Mundo Pequeño, bienvenidos a la casa de sus hijos.
Todo un mundo a su medida.
Maria Montessori: Siguiendo su metodología
María Montessori marcó un antes y un después en la manera de educar a los niños y niñas. Nosotros hoy somos los responsables de mantener vivo su legado asumiendo la responsabilidad de aplicar en los más pequeños una metodología pedagógica que marque su educación y desarrollo.
En el aula Montessori, el objetivo es orientar, fomentar y apoyar el desarrollo del potencial humano. Esto se consigue ofreciendo un ambiente que ayuda a satisfacer las necesidades internas de los niños para cumplir con su máximo potencial y desarrollar personalidades estables e integradas.
Uno de los objetivos es la «normalización» de los niños de la clase. La Dra. Montessori describe la normalización como el desarrollo de la disciplina interna, seguridad en sí mismo y la preferencia por la actividad con propósito. Ser capaz de trabajar con un propósito inteligente y sin interrupciones son la base de la normalización.
Los límites en el aula se ponen en marcha para ayudar a conseguir un ambiente tranquilo, donde el niño pueda florecer. Los maestros dan a los niños presentaciones en el momento de su desarrollo, periodos sensitivos y edad, guiando a los niños a elegir el trabajo por sí mismos. Los niños son animados a trabajar de manera independiente y a respetar tanto a sus compañeros como de los materiales y su propio entorno. Dedicamos nuestros esfuerzos a promover la dignidad personal y la autodisciplina así como la seguridad de los niños y el respeto de los derechos de los demás. Los niños aprenden las reglas del juego y se sienten cómodos y seguros en este entorno.
Los niños y niñas menores de seis años tienen la extraordinaria capacidad mental de absorber el conocimiento de su entorno sólo para vivir. Esta «mente absorbente» está en su receptividad máxima durante los primeros seis años de edad, cuando se establece la personalidad.
El objetivo de este programa es proporcionar al niño una experiencia de aprendizaje fuera de casa y sin los padres para fomentar la independencia y desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje.
Esta es una introducción al Método Montessori donde empiezan a desarrollar la independencia a través de las habilidades de autoayuda, música de la experiencia y la expresión del arte todos los días, trabajando en el interior o exterior del aula. El programa no sólo mejora el conocimiento, la independencia y la confianza en las propias capacidades de los niños, sino que establece las bases para el resto de sus vidas.
Características del Método Montessori
El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños.
El ambiente preparado ofrece al niño oportunidades para comprometer en un trabajo interesante, elegido libremente, que propicia prolongados períodos de concentración que no deben ser interrumpidos. La libertad se desarrolla dentro de límites claros que permite a los niños convivir en la pequeña sociedad del aula.
Los niños trabajan con materiales concretos científicamente diseñados, que brindan las claves para explorar el mundo y para desarrollar habilidades cognitivas básicas. Los materiales están diseñados para que el niño pueda reconocer el error por sí mismo y hacerse responsable del propio aprendizaje.
El adulto es un observador y un guía; ayuda y estimula al niño en todos sus esfuerzos. Le permite actuar, amar y pensar por sí mismo, ayudándole a desarrollar confianza y disciplina interior.